El coche eléctrico no es cosa del futuro. Desde los años 90 tenemos la tecnología y métodos para desarrollar coches que igualen o superen en prestaciones a los vehículos convencionales. Aunque las ventas siguen siendo escasas, el curso pasado en España se vendieron 2.838 vehículos eléctricos; es decir, un 46% más que el año anterior.
Además, la Agencia Internacional de la Energía estima que en 2020 habrá 20 millones de vehículos eléctricos en el mundo; un crecimiento que será exponencial año tras año.
Entonces, si ya disponemos de marcas y modelos totalmente competitivos ¿por qué son tan pocos los que se atreven al cambio? Algunas falsas afirmaciones que se han extendido durante los últimos años tienen algo que ver:
1- Es igual que los anteriores
Uno de los errores más comunes es creer que los coches eléctricos anteriores son iguales a los actuales; ni siquiera los del año anterior se parecen. Como pasa con cualquier tecnología, los avances aportan mejoras. Por lo tanto, los prejuicios se quedan anticuados.
2- Son caros
Otra de las excusas que encontramos es que los coches eléctricos son caros. Sin embargo, si comparamos bien precios, vemos como modelos como el Testa Model 3 o el Renault ZOE, ambos de 5 plazas y con una autonomía superior a 400 Km, tienen un precio cercano al de un vehículo de combustible, en torno a 35.000€.
Si sumas el ahorro energético, mantenimiento, subvenciones, y ciertos privilegios, como aparcar gratis en zonas azules de algunas ciudades, es una inversión rentable.
3- No tienen autonomía
Otro tema muy debatido es su autonomía. Los primeros modelos sí que presentaban una autonomía muy reducida, pero los modelos actuales presentan una media de 200-250 Km. Incluso hay marcas europeas, como BMW o Renault, que consiguen una autonomía entre 300 y 400 Km en su gama eléctrica. Más allá llegan otros como el Tesla Model S, concretamente hasta los 600 Km.
4- Me va a dejar tirado
Muchos usuarios se preguntan si un coche eléctrico puede averiarse en carretera. Pero, al igual que los coches convencionales, los coches eléctricos también cuentan con medidores de carga de la batería.
Solo debes prestar atención a los avisos del cuadro de luces. Tienes las mismas probabilidades de quedarte tirado que con un coche convencional. Además, los coches eléctricos cuentan con modos de ahorro de energía para casos de emergencia.
6- Tarda mucho en cargar
Una carga estándar puede tardar entre 6 y 8 horas. Sin embargo, los nuevos sistemas de carga rápida reducen el tiempo de espera a media hora para el 80% de la carga. Los supercargadores de Tesla nos proporcionan una autonomía de 270 Km en tan solo veinte minutos de carga.
7- No tienen potencia
Es cierto que los primeros coches eléctricos eran vehículos lentos y poco potentes. Pero las baterías han evolucionado; el Tesla SP100D es el tercer coche más rápido del mundo, pasando de 0 a 100 Km/h en tan solo 2.7 segundos gracias su batería de gran capacidad energética de 100 KWh.
5- No tengo donde cargarlo
Muchos coinciden en que hay pocos puntos de carga. La gran mayoría se pueden cargar con un enchufe convencional o través de un adaptador especial.
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Si no te pasas al eléctrico, no pongas más excusas… ¡es porque no quieres!
En mi caso, llevo varios meses dándole vueltas hacerme con un coche eléctrico ya que vengo de un coche de gasolina y el gasto que hago de cada salida es bastante alto. Lo que más me echa para atrás a la hora de comprar un coche eléctrico es la autonomía cuando me ponga a viajar y tenga que parar obligatoriamente y no se disponga de ningún punto de de carga. Un saludo.
Poco a poco están creando más puntos de carga, y están mejorando los tiempos de carga rápida. Creo que todavía no es el presente, pero si es el futuro. Sin duda
Prejuicios que iremos perdiendo. Ocurre con casi todo lo nuevo. Paciencia.
¡Gracias por tu comentario, Bruno! Esperamos que así sea 😉